¿Qué es la psoriasis?
Martes, Abril 24, 2018
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que puede afectar a la piel, a las uñas y las articulaciones. Se presenta en brotes, con exacerbaciones y remisiones, pero no es contagiosa. Se produce debido a una combinación de factores genéticos y ambientales. Esto significa que se desarrolla en una persona propensa a tener la enfermedad por los genes que ha heredado de sus padres, pero se necesita un factor desencadenante que ponga en marcha todo el proceso.
Esta enfermedad aparece con mayor frecuencia entre los 20 y 30 años y entre los 50 y 60 años, pero también puede darse en menor porcentaje durante la infancia.
¿Cuáles son las causas?
Aunque no se conocen las causas exactas, se sabe que la psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica, que tiene su origen en un trastorno del sistema inmunológico. Este descontrol provoca que las células de la última capa de la piel, los queratinocitos, crezcan mucho más rápido de lo normal: cada 3-4 días en lugar de cada 28 días, como ocurre con las células de una persona sin psoriasis, dando lugar a las placas psoriásicas.
La Dra. Heit, dermatóloga del Hospital de la Baxada, explica que “los principales factores tenidos en cuenta como desencadenantes o agravantes que derivan en brotes psioriásicos son el tabaquismo, alcoholismo, estrés, medicamentos, infecciones bacterianas, víricas y micóticas. También es importante mencionar las comorbilidades de esta enfermedad como lo son obesidad y sobrepeso, eventos vasculares (Infarto Agudo de Miocardio y Accidente Cerebro Vascular) y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica.”
¿Cuáles son los síntomas?
La psoriasis se caracteriza por la aparición espontánea de lesiones rojas, con escamas blanquecinas en codos, rodillas, sacro, cuero cabelludo, y con prurito.
Las personas que tienen psoriasis pueden desarrollar artritis psoriásica, que es una enfermedad crónica que afecta a las articulaciones causando dolor, hinchazón articular y rigidez. Los síntomas de la artritis psoriásica son: fatiga, dolor y tumefacción en articulaciones, deformidad, rigidez por las mañanas, lumbalgia nocturna, dolor en talones o plantas de los pies, cambio en las uñas, enrojecimiento y dolor oculares, debilidad muscular, depresión.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento es integral y debe incluir un médico clínico, un dermatólogo y un psicólogo. El objetivo es suprimir las manifestaciones clínicas y retrasar lo más posible la aparición de la psoriasis. El tratamiento adecuado puede aliviar el dolor, reducir la inflamación y evitar daños progresivos en las articulaciones, pero no existe una cura definitiva.
El objetivo del tratamiento es librar la piel de lesiones durante un periodo lo más largo posible, lo que se llama «blanquear, limpiar o aclarar las lesiones», o conseguir su remisión. Los medicamentos para la psoriasis lo consiguen reduciendo la inflamación y frenando la proliferación de los queratinocitos de la epidermis.
Es importante que se lleve a cabo un cuidado diario específico de la psoriasis, aplicando el uso de productos emolientes e hidratantes específicos como complemento al tratamiento farmacológico. Estos productos no sólo mejoran la hidratación de la piel y su apariencia estética, sino que también ayudan a restituir la barrera cutánea reduciendo la extensión del daño y disminuyendo la probabilidad de que se agrave la enfermedad. Además, disminuyen el picor y con ello el rascado, evitando mayores probabilidades de sobreinfección y de aparición de nuevas lesiones. Asimismo, ayudan a espaciar los brotes, disminuyendo así la probabilidad de efectos adversos por contacto prolongado con algunos medicamentos, como los corticoides.
“El tipo de tratamiento depende del tipo de psoriasis, la severidad y extensión, sexo y edad del paciente, la presencia de artritis y actividad laboral con afectación de la calidad de vida”, concluye la Dermatóloga.
Fuentes consultadas: Acción Psoriasis (Asociación de Pacientes de Psoriasis, Artritis Psoriásica y Familiares) - www.accionpsoriasis.org.