Día Mundial de la Salud Mental: el impacto de las pantallas, dispositivos y redes sociales
Jueves, Octubre 09, 2025
El Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra anualmente el 10 de octubre, tiene como objetivo concientizar acerca de los problemas de salud mental en todo el mundo.
Según estudios recientes, la crisis mundial de salud mental se presenta como una realidad que afecta a millones de personas. En un mundo hiperconectado, en el que las notificaciones constantes y el consumo de redes sociales se han convertido en una rutina diaria, resulta pertinente preguntarse por el impacto en nuestro bienestar al respecto del uso cotidiano de pantallas y dispositivos, especialmente en las generaciones de nativos digitales.
Por este motivo dialogamos con la Lic. María Laura Gilli, psicóloga de nuestro Hospital, sobre el impacto que tiene el uso de las redes sociales en la salud mental de los adolescentes y qué cambios pueden realizarse para evitar esta crisis.
¿Cómo afecta en nuestra salud mental la dificultad para desconectarse de dispositivos y pantallas?
Hoy vivimos hiperconectados. Esa dificultad para desconectarnos se traduce en una sobreestimulación constante de nuestro cerebro y nuestra emocionalidad tal, que el psiquismo no llega a procesar ni metabolizar tantas imágenes, sonidos y mensajes que a diario consumimos, lo que genera una serie de síntomas que solemos denominar como “de época”: crisis de ansiedad, insomnio, irritabilidad y dificultades en la concentración. Y con ello, la proliferación de diagnósticos de diagnósticos: TDHA, TAG, Trastornos de la conducta, oposicionista, del sueño, de la alimentación, del ánimo.
Como dice Roberto Palacio en su libro La era de la ansiedad: “Hoy, hemos extraído de nuestras formas de vida todo lo que puede ofrecer un amparo contra el vértigo de la ansiedad. No construimos nuestra identidad en el diálogo interior, capaz de hacer sentido de ese temor y temblor de existir. Para definirnos, lanzamos una botella al mar de la red y esperamos respuestas.”
Desde el psicoanálisis, se alerta respecto de que este exceso de hiperconectividad lleva a un empobrecimiento del espacio psíquico para fantasear, imaginar, crear o simplemente descansar la mente. El sujeto queda “capturado” por lo que le devuelve la pantalla, sin espacio para la elaboración propia.
¿De qué manera impacta especialmente esta tendencia en niños y adolescentes? ¿Cómo puede prevenirse?
En la niñez y la adolescencia el uso excesivo de pantallas incide directamente en procesos fundamentales como la regulación emocional, la construcción de la identidad y el aprendizaje de la tolerancia a la frustración. El riesgo está en que el dispositivo funcione como un objeto que calma de manera inmediata, sin mediación simbólica ni espacio para tramitar las emociones.
La prevención no pasa por la prohibición absoluta, sino por la mediación adulta: establecer tiempos claros de uso, ofrecer alternativas atractivas de juego, deporte o encuentro social y, sobre todo, generar espacios de conversación donde niñxs y adolescentes puedan expresar lo que sienten y piensan sobre lo que consumen.
Alguna de las consecuencias negativas que tiene el uso excesivo de las tecnologías pueden ser:
Padecer ansiedad o FOMO (miedo a estar perdiéndose algo, o quedar excluido de las redes sociales).
Anular la creatividad.
Pérdida de análisis crítico de la realidad, distorsiones cognitivas.
Fomentar el aislamiento, problemas de socialización.
Generar comportamientos compulsivos.
Aumentar el riesgo de sufrir depresión.
Problemas de sueño.
Desestructuración de la personalidad.
La Dra. en Psicoanálisis Marta Gerez Ambertin dice que: la búsqueda de la propia imagen en las pantallas, en la actualidad, devuelven una imagen distorsionada que potencia la angustia y la extrañeza. Asimismo, reflexiona sobre que: este empuje al goce que imponen esas imágenes conectadas a ordenadores, son una invitación constante al desdibuja miento de los límites y la culpa, y con ello al desvanecimiento del deseo... Condiciones básicas para la pervivencia de una subjetividad
¿Qué señales de alerta pueden indicar que un adolescente está teniendo dificultades de salud mental relacionadas con el uso de redes, pantallas o dispositivos?
Algunas señales de alerta que debemos tener en cuenta con nuestros adolescentes son:
Aislamiento social y pérdida de interés en actividades fuera de la pantalla.
Alteraciones en el sueño y en la alimentación.
Irritabilidad marcada cuando se interrumpe el uso de dispositivos.
Disminución en el rendimiento escolar.
Sentimientos de inferioridad o desesperanza por comparaciones con otros en las redes.
Presencia de conductas de riesgo ligadas al consumo digital (exposición, gooming, sexting sin conciencia de consecuencias, participación en retos peligrosos).
¿Qué prácticas cotidianas pueden ayudar a los adolescentes a equilibrar el tiempo digital y el tiempo de desconexión? ¿Qué herramientas pueden utilizar en la familia para realizar un acompañamiento?
Sirve mucho establecer espacios sin pantallas (como las comidas o la hora de dormir), promover hobbies y deportes u ofrecer alternativas de ocio compartido (deporte, lectura, música, actividades artísticas) pero, fundamentalmente, conversar abiertamente sobre lo que ven en redes. La familia puede acompañar mejor cuando se interesa de manera genuina, escuchando y poniendo límites claros y desde un lugar de cuidado, no de control. El acompañamiento activo es la mejor herramienta con la que se cuenta, antes que la vigilancia y la prohibición.
¿Existe un rol positivo o beneficioso de este tipo de tecnologías en la vida de niños y adolescentes? ¿Cómo se puede incentivar ese tipo de usos por sobre otros más nocivos?
Si, la interactividad tiene claramente un rol positivo y beneficioso. La tecnología no solo es un recurso valioso que nos permite acceder a la información, también es de mucha utilidad para desarrollar habilidades cognitivas, explorar intereses o incluso mejorar el acceso, personalización e inclusión de los estudiantes a una educación más flexible y adaptada al ritmo de cada uno, ofreciendo recursos interesantísimos. Una de las áreas más beneficiadas ha sido la educación, ofreciendo las tecnologías programas informáticos educativos, que permiten un ambiente más motivador para estimular el aprendizaje.
Lo importante a considerar es que lo positivo emerge cuando su uso se da con intención, creatividad y sentido, no solo como pasatiempo automático. Para incentivar estos usos es fundamental guiar a lxs adolescentes hacia contenidos que promuevan aprendizaje, expresión y vínculos saludables, ayudándoles a discriminar entre lo que nutre y lo que vacía. El rol adulto aquí es de orientador más que de censor. La tecnología no es enemiga, pero requiere acompañamiento. Y en esta empresa, el rol familiar, es el de ayudar a que el uso digital sea equilibrado, nutritivo y no un refugio exclusivo frente al malestar.
Es pertinente destacar que no se demoniza el uso de las redes, sino su uso desmedido, que preformatea y digitaliza al sujeto transformándolo en un consumidor, empujándolo al consumo de chucherías inservibles, tele capturados y tele dirigidos. Donde se van perdiendo los referentes simbólicos y con ello se va propiciando la soledad en la red y la caída del amor.
Novedades relacionadas
- El 10 de octubre se celebra un nuevo Día Mundial de la Salud Mental. También el 13 de octubre se conmemora el Día Nacional del Psicólogo y la Psicóloga. En un año particularmente desafiante para la salud mental, dialogamos con la Lic. Vanesa Manucci sobre el impacto de pandemia por Covid-19 y sus efectos residuales.