El bruxismo, fenómeno muy extendido entre la población, es el hábito involuntario de rechinar y/o apretar los dientes. Es conocido como una “parafunción”, es decir, una actividad que no tiene un propósito funcional como lo sería la trituración de los alimentos. Además de desgastar los dientes, la presión que se ejerce realizando una fuerza excesiva afecta las articulaciones maxilares y puede generar a su vez dolor de cabeza, muscular, de mandíbula, cuello y oído.
CARO: Cuidado Bucodental de la mamá y del niño
Miércoles, Marzo 07, 2018
El Consultorio de Alto Riesgo Obstétrico (CARO) desarrolló una charla abierta sobre el cuidado dental durante el embarazo, a cargo del Servicio de Odontología del Hospital. Estuvo orientada a madres y futuras mamás que forman parte del programa.
De acuerdo con la Odont. Agustina Rodríguez Aréstico, “el objetivo de incorporar el Servicio de Odontología al CARO y realizar un seguimiento de las pacientes es prepararlas para que tengan una boca saludable y cuenten con herramientas para incorporar el cuidado de la salud dental en sus hijos”, explicó.
De acuerdo con Rodríguez Aréstico, durante el embarazo hay tres formas fundamentales de cuidar la salud dental y evitar patologías:
• Realizar una consulta odontológica una vez que la paciente toma conocimiento de su embarazo.
• No consumir en exceso alimentos con altos contenidos de azúcar.
• Tomar agua en vez de gaseosas o jugos.
Rodríguez Aréstico explicó que “una vez que el niño ya tiene su primer diente (luego de los seis meses) podemos higienizar su boca (incluyendo las encías y la lengua) con una gasa o bien con un cepillo de silicona especial para esa edad, ya que estimula las encías”, y enfatizó “Si nuestro hijo tiene caries es porque los padres estamos haciendo algo mal, porque lo que necesitamos hacer es garantizar que tengan una buena higiene bucal. Así evitamos infecciones y la pérdida de piezas dentales”.
Algunos de los cuidados a tener en cuenta en bebés y niños:
• Generar el hábito del cepillado: Llevar al niño/a con nosotros a la hora del cepillado y brindarle su propio cepillo para que él o ella también se limpie los dientes.
• Evitar alimentos con altos contenidos de azúcar (en especial jugos, gaseosas y golosinas)
• Evitar hábitos orales perjudiciales (luego de los dos años): Uso de chupete y mamadera, dormir con la mamadera en la boca, introducir el dedo pulgar en la boca. Este tipo de costumbres pueden generar problemas como la “mordedura abierta”, una mala mordida, dificultad para cerrar la boca y por lo tanto para tragar, lo que puede desencadenar problemas en el habla.
La Odont. Carolina Boggia, responsable del Servicio de Odontología, agregó que: “Si bien los dientes de leche se cambian, a los cinco o seis años sale el primer molar y si esos dientes tienen caries, el molar va a tener caries aunque no siempre se lo ve porque está detrás. Es importante cuidar los dientes de leche porque si se pierden antes de tiempo los nuevos pueden salir torcidos, generar una mala mordida, problemas en el maxilar, en el paladar y afectar la posición del resto porque ese espacio que ocupa el diente de leche está para guardarle el lugar al permanente.”